Existe mucha polémica en torno al efecto nocivo que tienen (o no) las antenas que en ciertas ocasiones se sitúan cerca de nuestras viviendas. Al respecto hay una gran cantidad de estudios pero ninguno es concluyente y, como suele pasar, la gente suele quedarse con lo peor: Que las dichosas antenas son dañinas y que pueden hasta producir cáncer. Pero lo que es verdad es que, de momento, ni la OMS, ni las autoridades sanitarias ni los comités científicos ven evidencias de que las ondas de radio de las antenas y los teléfonos móviles produzcan efectos nocivos para la salud.
En mi opinión, el hecho de que no existan estudios concluyentes ya es una señal de que el efecto de dichas antenas en nuestra salud no debe de ser muy nocivo... Pero antes de sacar conclusiones precipitadas, vamos a aprender un poco sobre las ondas y todas esas cosas, porque como siempre digo, si no se tiene ni idea, casi que es mejor callarse.
Las Ondas electromagnéticas se forman cuando se acopla un campo magnético a un campo eléctrico. Al final, son campos de fuerza creados por las partículas elementales de la materia en movimiento. Es algo difícil de entender, y no pretendo en este pequeño post que quede claro... Sería meternos en el maravilloso mundo de los fotones, que son las partículas que, con mayor o menor energía, circulan por todos los rincones del Universo. Por ejemplo, salen de tí en forma de calor (ondas infrarrojas) y llegan desde las estrellas más lejanas en forma de luz y de rayos gamma.
Las ondas electromagnéticas son, por lo tanto ondas y al mismo partículas: fotones. Se clasifican, además, en función de su amplitud y de su frecuencia. La frecuencia es proporcional a su energía y de ella dependerán los efectos que en nosotros provoquen dichas ondas.
En el blog de Astronomía para tontos hablé de la Radiación, y dediqué una entrada a la radiación ionizante. Sería conveniente que le echaras un vistazo, porque allí explico que la radiación ionizante, efectivamente, sí provoca efectos nocivos en nuestros cuerpos.
La radiación ionizante es muchísimo más energética que la radiación que emiten las antenas o los móviles (no-ionizante), y no debe, por lo tanto, confundirse con éstas. Que tengas eso claro es importante.
A continuación te muestro un esquema del espectro electromagnético, donde puedes observar las diferentes ondas, con sus frecuencias, sus longitudes de onda, su energía y mucha información útil que creo interesante pararse a obsevar:
Como ves, entre la radiación ionizante y las ondas de radio están por ejemplo la luz y las ondas infrarrojas, que solamente calientan. También están las microondas. Y las ondas de radio son mucho menos energéticas que todas ellas. Como mucho, dicen, si estás hablando un rato con el móvil te calientan la oreja (independientemente de que estés hablando con tu suegra, o no).
La cantidad de fotones (instensidad/potencia) disminuye radicalmente además con la distancia a su fuente de origen. Si Ponen una antena cerca de tu casa es para que tengas buena cobertura. Si la antena la ponen lejos, la intensidad que emitirá debería ser mayor, y la de tu móvil también. En el caso de que creas que estas ondas afectan a tu salud porque la antena está relativamente cerca, es posible que sea peor, en cualquier caso, el remedio que la enfermedad. Y de todas formas, las antenas están allí para darnos un servicio del que tampoco queremos prescindir. Que se la pongan al vecino entonces? Te va a dar igual.
Eso no quita, eso sí, para que las empresas tengan que pagar a la gente que tiene las antenas cerca, ya sea por la incertidumbre (bastante infundada, yo creo) existente ante sus efectos o por el espacio que ocupan y... no menos importante: por estética, claro. Es algo que no debería cuestionarse. Los ayuntamientos tienen la obligación de exigir los estudios correspondientes a los promotores y éstas instalaciones deben de tener la autorización municipal pertinente. Éstos deben, además, presentar los resultados de las medidas una vez al año. Todo por la tranquilidad del ciudadano.
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