18 diciembre, 2016

Cuando hablan de las farmacéuticas...

Para bien o para mal, siempre me cuestiono las cosas que oigo. La gente por lo general no lo hace y, qué sé yo, quizás tengan menos preocupaciones en la cabeza y acaben metiéndose en menos problemas. Cosas de la vida, qué le voy a hacer...

Últimamente he estado pensando en un tema de conversación bastante común que es el de las farmacéuticas. Casi todo el mundo coincide en afirmar que las farmacéuticas son poco menos que una mafia de asesinos sin escrúpulos que se enriquecen a costa de los pobres ciudadanos enfermos. Me pregunto qué información tendrá la gente para afirmar eso. La verdad es que podrías hasta llegar a creértelo un poco, pero como yo me lo cuestiono todo, he decidido investigar un poco más. 

Así que he descubierto que existen varias farmacéuticas importantes en España que ganan muchos millones. Algunas de ellas las desconocía totalmente, como por ejemplo, a Gilead Sciences, Cinfa o Abbvie. Novartis y Johnson & Johnson  son también de las más importantes en nuestro país. De ellas, Cinfa es una de las más importantes de entre las españolas.

Estas empresas dedican mucho dinero a la investigación y, como con todo, si sacan un medicamento bueno y consiguen la patente, lo pueden vender al dinero que quieran que, generalmente, tampoco es demasiado abusivo. En cualquier caso, si dicho medicamento entra por la seguridad social porque al gobierno así le parezca que tiene que ser, entonces es el gobierno es que le pone el precio al medicamento. La patente dura 10 años, y después de ese periodo, la competencia puede sacar un genérico que hará lo mismo y a menor precio, lo que obliga a la marca inicial a bajar el precio. 

Muchos de los medicamentos que se anuncian por televisión (o cualquier otro medio) y que no tienen receta, tienen un equivalente en versión barata, que en muchos casos no se compra por desconocimiento, porque existe, en bastantes casos, la versión barata. 

Obviamente, una empresa puede vender su producto al precio que quiera. Es el libre comercio y la competencia lo que hace que las empresas se muevan, investiguen, contraten y generen riqueza. ¿Abusan en algunos casos? Posiblemente, en algunos casos concretos, sí. ¿Es ético? Es complicado valorarlo. Hay tratamientos que cuestan miles de dólares y posiblemente sea difícil de justificar para la empresa que los fabrica... Aunque, ¿dónde ponemos el límite a la libertad de cualquiera a vender algo al precio que quiera? Supongo que con la salud de las personas se tendría que hacer una excepción. Pero habría que estudiarlo bien. Una línea de investigación para crear un medicamento del que se fabrican unas pocas unidades en el mundo tiene que salir caro por narices. En cualquier caso, en España, creo que no podemos quejarnos (aunque sea esto lo mejor que sabemos hacer).

Un ejemplo de un medicamento caro lo tienes en esta noticia. Un medicamento se vende en unos países mucho más barato que en otros, al ser considerados unos de alto poder adquisitivo y otros no. Difícil situación y difícil solución. 

En España compramos demasiados medicamentos y abusamos, en muchas ocasiones, de lo que nos da papá-estado. Está claro, cuando se ha dejado de subvencionar un medicamento (y ha pasado hace poco) las ventas caen en picado. ¿Cuál es la lectura de eso? La mía, que la gente abusa de lo que sale casi-gratis. La de un populista: Que la gente no puede comprar medicamentos y se muere. (Ya, por unas aspirinas). Esto lo sabe hasta el más tonto del pueblo, pero luego, eso sí, exigimos todo lo que Podemos y más. Si abusáramos menos nos iría mejor. En cualquier caso, del tema de la Sanidad Pública ya he hablado en otras ocasiones y no me voy a repetir, que me caliento. Lo que sí puedo asegurarte es que se tiran miles y miles de euros cada día en los puntos de recogida de las farmacias, lo cual es una pena. 

Respecto al número de farmacias y al funcionamiento de las mismas, me parece correcto hasta el punto de que es algo que se debe controlar, para que todo el mundo tenga acceso a una farmacia y que éstas estén dirigidas por farmacéuticos con carrera, que ofrezcan un buen servicio. Deberíamos preguntarles más, por cierto. Otra cosa es que, como con casi todo, el número de farmacias por habitante cambia en cada comunidad autónoma, lo cual me parece , como he comentado en más de una ocasión, una verdadera vergüenza.