Los mismos libros de texto para todos los niños españoles.
Lo que pasa es que esto se ha convertido en un gran negocio; cada año cambian los libros o las leyes de la educación y eso se traduce en un gran gasto para las familias y un gran negocio para las editoriales.
Yo propondría que se creara un formato de libro, que cada año se vaya revisando y se vaya actualizando pero que no cambie con el tiempo. Al fin y al cabo, la historia, las matemáticas o la física no cambiarán por muchos años que pasen. Sí se tendrán que ir actualizando... pero poco más, sin grandes cambios. Los niños podrán usar los libros que utilizaron sus hermanos mayores o sus primos y eso supondrá un ahorro para todos. (Y menor gasto de papel, por cierto).
En Galicia, Cataluña o País Vasco, se añadiría un libro del idioma de cada una de esas regiones. Y punto. El resto de libros iguales a los del resto de españoles.
Los libros se harían completamente objetivos, con lo cual, no deberían cambiarse al cambiar de gobierno.Y que cada uno luego decida lo que quiera pensar. Basta de lavar el cerebro a todos desde la infancia.
En Inglaterra, al menos hace años, los niños llevaban al colegio solo sus cuadernos, y los libros de texto se quedaban en el colegio. Cada año eran los mismos libros y por lo tanto se quedaban en las clases.
Quizá ya les quede poco a los libros en papel, quien sabe, pero hasta que aguanten, algo se tendría que hacer.
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