Lo que sorprende es que las comisiones ascendieron (fué hace más de un año, pero bueno, me vale) a la "descomunal" cifra de 50.000 yenes, lo que vienen a ser unos 450 euros.
Muchos de los que nos "gobiernan" hoy en día, al leer semejante noticia deberían, no solo dimitir, si no atarse un ancla a los mismísimos y tirarse al mar... por lo menos. Y sin coger aire primero.
Hay cosas en las que no deberíamos mirar a los japoneses (ver un ejemplo), pero en otras sí, y ésta es un buenísimo ejemplo.
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